En tiempos de crisis económica, muchas familias enfrentan dificultades financieras que las llevan a situaciones de impago o reestructuración de sus deudas.
Aunque la legislación en varios países contempla mecanismos de «segunda oportunidad» para ayudar a estos hogares a recuperarse, los bancos y entidades financieras aplican un “castigo silencioso” que dificulta su reinserción en el sistema crediticio y económico.
Ante esta situación, la Asociación Española de Consumidores y Vuela tu Deuda, bajo la base del Convenio de Colaboración firmado entre ambas entidades, solicitan que se acabe con esta situación que perjudica gravemente la recuperación económica de las familias.
Y es que uno de los principales obstáculos que enfrentan las familias que buscan una segunda oportunidad es el impacto negativo de su historial crediticio. Aunque hayan logrado sanear sus deudas mediante acuerdos o procedimientos legales, los registros negativos persisten durante años en los establecimientos de crédito. Esto limita su acceso a nuevas líneas de financiación, alquileres de viviendas e incluso oportunidades laborales, perpetuando un círculo vicioso de exclusión financiera.
Por ello, sería crucial que hubiera una legislación que, ante estas situaciones, es decir, ante un saneamiento de la deuda por los procedimientos legalmente establecidos, este historial crediticio pueda ser eliminado para no penalizar a las familias en su nueva vida económica.
Los bancos, con criterios cada vez más rígidos, imponen restricciones que dificultan a estas familias la apertura de cuentas bancarias, la solicitud de tarjetas de crédito y la obtención de préstamos. Incluso cuando la legislación permite una rehabilitación financiera, muchas entidades aplican políticas internas que discriminan a aquellos que han pasado por procesos de quiebra o reestructuración de deuda.
En los casos en que los bancos acceden a otorgar crédito a estas personas, lo hacen bajo condiciones extremadamente desfavorables. Tasas de interés elevadas, requisitos excesivos y plazos poco flexibles convierten el acceso al financiamiento en una carga casi insostenible. Esto hace que, en la práctica, la «segunda oportunidad» pierda su efectividad y mantenga a las familias en una posición de vulnerabilidad económica.
Ambas entidades consideramos que es crucial que los gobiernos y las entidades regulatorias intervengan para garantizar que el derecho a la segunda oportunidad sea real y efectivo. Algunas propuestas incluyen:
• Reducir el tiempo de permanencia de los registros negativos en los establecimientos de crédito.
• Regular las tasas de interés para evitar prácticas abusivas contra quienes buscan rehabilitarse financieramente.
• Fomentar la educación financiera y la inclusión bancaria de quienes han atravesado dificultades económicas.
En definitiva, el castigo silencioso de los bancos no solo afecta a las familias que intentan reconstruir su estabilidad financiera, sino que también impacta negativamente en la economía en general. La exclusión de estas personas del sistema financiero reduce el consumo, limita la inversión y perpetúa desigualdades. Para que la «segunda oportunidad» sea una realidad y no una simple declaración de principios, es fundamental avanzar en políticas que promuevan una reinserción justa y accesible en el sistema económico.
Las familias que requieran de asesoramiento al respecto pueden ponerse en contacto con nosotros en el correo electrónico consultas@consumoenpositivo.es