Considerar los productos alternativos al tabaco tradicional como iguales provocará volver al consumo del segundo con el perjuicio que ello conlleva. Animamos a los consumidores a efectuar alegaciones idénticas hasta el 30 de septiembre
Miguel A. Ruiz, Presidente de la Asociación Española de Consumidores ha presentado un escrito de alegaciones al Ministerio de Sanidad con respecto al texto propuesto como Anteproyecto de Ley para regular esta cuestión.
En este sentido, como organización representativa de los intereses de las personas consumidoras y usuarias estamos de acuerdo con diversas cuestiones plasmadas en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 en lo relativo a la reducción del consumo de productos de tabaco.
Así, en el texto propuesto, no aparece la necesaria regulación, inspección y sanción para estos productos vendidos a menores de edad y comercializados por canales no oficiales, cuestión muy demandada por esta Asociación de Consumidores.
En consecuencia, la Asociación Española de Consumidores considera necesario abordar en el texto legislativo que se presenta, más que limitar los canales legales, reforzar la lucha contra la venta ilegal de tabaco en España y la comercialización irregular a menores de edad que en diversas ocasiones nos han trasladado los consumidores.
Lo que sí aparece es la posibilidad de sancionar a los padres de los menores consumidores de tabaco, algo que podría ser controvertido en tanto que entendemos que lo que habría que hacer es acabar con los canales de venta a menores de edad y no asumir que se pueda vender con una multa posterior a padres que nos han indicado mediante nuestros canales de información que serían perjudicados al desconocer dicho consumo por sus hijos.
También en nuestras alegaciones consideramos esencial incrementar las campañas informativas sobre los perjuicios para la salud del consumo de tabaco que es lo que ha ocasionado que muchos ciudadanos dejen de fumar o que, en un paso intermedio, se pasen a otros productos muchísimos menos perjudiciales como es el tabaco calentado mediante dispositivos electrónicos. En el tabaco calentado, no hay combustión del tabaco y, por tanto, lo que se reduce es la producción de alquitrán y monóxido de carbono y la emisión de sustancias tóxicas comparado con los cigarrillos tradicionales.
Así, en el texto se equipara a ambos modelos sin tener en cuenta este tema, lo que provocaría que muchos consumidores volvieran al tabaco tradicional conforme a la última encuesta realizada por la Asociación Española de Consumidores.
En dicha encuesta, en cuanto al nivel de riesgo del tabaco frente a nuevos productos como el tabaco calentado o cigarrillos electrónicos, el 61% de las respuestas apuntan a que fumar cigarrillos es lo más dañino para tu salud, mientras que un 33% considera que los productos sin humo, sin estar exentos de riesgo, son mucho menos dañinos que los cigarrillos, considerando, por tanto, que no deberían tener igual tratamiento.
El dato más preocupante de nuestra consulta a los consumidores es el que arroja la consulta es que el 71% de los consumidores confiesa que volvería a consumir cigarrillos convencionales si se prohibiesen los productos alternativos al tabaco convencional y un 20% lo considera probable. Por tanto, la normativa que se pretende aprobar podría hacer volver al 91% de los consumidores al tabaco tradicional, con el perjuicio para la salud que tendría esta medida para dichas personas en particular y para la ciudadanía en general.
Al margen de las consideraciones de salud, también entendemos que hay un componente económico detrás de regular en el sentido que el texto plantea. A mayor venta de tabaco ilegal, mayor menoscabo para la Hacienda pública, es decir, el estado dejaría de ingresar una importante fuente de impuestos derivados del consumo de tabaco y también esto produciría una importante incidencia en el empleo, tanto a nivel de autónomos que se dedican a la venta de tabaco en estancos como a nivel de contratación laboral por los empleados que se verían perjudicados.
Otro de los datos clave de la encuesta es la evidencia de falta de información respecto a estos productos alternativos que podrían contribuir a cambiar y dejar atrás el tabaco tradicional. Así, un 46% considera que es necesaria más información sobre estos nuevos productos cuyo perfil de riesgo para la salud es menor.
Así, el texto que se propone debería apostar por una mayor información al respecto, cuestión que no se visibiliza en la propuesta inicial teniendo en cuanta que un 28% de los consumidores consideran que las alternativas sin humo pueden ayudar a reducir el consumo de cigarrillos tradicionales y un 35% opinan que, con mayor información, podrían hacerlo.
De hecho, en países de nuestro entorno se considera como un paso intermedio para dejar de fumar definitivamente, cuestión que no se ha tenido en cuenta aún en nuestro país.
Los consumidores también se han posicionado claramente en contra de las prohibiciones de fumar en terrazas o espacios al aire libre. Así, sólo un 18% valora positivamente que se prohíba usar cualquier producto que tenga tabaco o nicotina, mientras que un 29% estima que al aire libre no debería prohibirse ningún producto de tabaco o nicotina.
De hecho, un 16% pide que se permitan los productos alternativos, como cigarrillos electrónicos o tabaco calentado. Cabe señalar que un 35% estaría a favor de la prohibición, pero solo en lugares frecuentados por menores y centros de salud, educativos y deportivos. Una mayoría tacha de desproporcionada la prohibición de fumar en las terrazas de los bares y restaurantes.
Por tanto, se solicita cambiar lo recogido como prohibición total en el texto normativo en tanto que entra colisión con la petición mayoritaria de los consumidores y crearía un perjuicio para un sector que nada tiene que ver con el tabaco como lo es la Hostelería con quien hemos mantenido reuniones con el fin de valorar su opinión que coincide con lo que aquí indicamos.
Finalmente, desde la Asociación Española de Consumidores consideramos el Anteproyecto de Ley publicado necesario de dotar de mayor eficacia e innecesario y desproporcionado en algunos aspectos y, por ello, realizamos estas alegaciones al texto, en tanto que consideramos que con estas medidas no se produciría una reducción del número de fumadores, tal y como vaticinan las respuestas al estudio realizado previamente por la Asociación Española de Consumidores. Consideramos que muchos de los consumidores de los productos alternativos al tacaco tradicional corren el riesgo de volver a éste, lo que conllevaría un perjuicio para su salud, a sabiendas de que los nuevos productos siguen teniendo efectos nocivos, pero en una proporción que, según los expertos, llega a ser hasta un 95% menor. Este dato está respaldado por estudios publicados y validados por autoridades sanitarias, como las del Reino Unido.