El 82% cambiaría de destino a otra ciudad donde sí se permita esta modalidad de alojamiento. De llevarse a cabo la eliminación total de licencias en 2028, el perjuicio económico y social sería importantísimo, obligando a los consumidores a cambiar sus destinos
La Asociación Española de Consumidores ha realizado una encuesta que ha sido contestada por 2.700 ciudadanos sobre su percepción de la situación actual de los alojamientos turísticos. Han sido personas de toda España con edades comprendidas entre los 35 y 55 años, y el 90% han respondido que las familias dejarían de poder permitirse viajar a Barcelona si se prohíben las viviendas turísticas. Solo un 8% considera que hay alternativas suficientes, y un 2% ha preferido no contestar.
Ante la intención del Ayuntamiento de Barcelona de eliminar todas las licencias de este tipo de alojamiento para visitantes a partir de 2028, hemos consultado a los consumidores, y el 82% afirma que cambiaría de destino y viajaría a otra ciudad donde sí se permita alquilar viviendas turísticas. Sólo un 10% iría a hoteles y hostales; el 6% no haría el viaje a ningún sitio, y el 2% no ha contestado.
Atendiendo a estos resultados, el daño económico y social que conllevaría esta medida con pérdida de turismo familiar en la ciudad lo consideramos una cuestión a valorar por parte de los responsables públicos.
Opción habitual para los ciudadanos, que buscan relación calidad-precio
En pleno debate sobre los alojamientos en viviendas turísticas y en la antesala de las vacaciones de verano hemos preguntado sobre cuántas veces se han alojado en una vivienda turística al viajar, y el 93% de los encuestados han elegido esta opción al menos una vez.
Más en detalle, el 67% se han alojado en una vivienda turística entre 2 y 10 veces (un 34% entre 6 y 10 veces y un 33% entre 2 y 5 veces). Y hay más personas que se han alojado más de 10 veces (14%) que solo una vez (12%). Un 7% no han optado nunca por este tipo de pernoctación.
El motivo por el que los consumidores consultados eligen el alojamiento en una vivienda turística es mayoritariamente por mejor relación calidad-precio (50%) y el mayor espacio y comodidad, especialmente para familias o grupos (32%). En menor medida lo eligen por la posibilidad de cocinar y ahorrar en comidas (9%), la ubicación (4%), la privacidad (3%) u otras cuestiones como la flexibilidad, cancelaciones o las facilidades de contratación (2%).
En dicha encuesta también se ha preguntado por los factores más importantes a la hora de planificar un viaje, y un 66% considera que el precio es el aspecto que más valora a la hora de elegir su destino. Seguidamente, un 35% ha señalado que también valora positivamente la posibilidad de alojar a la familia al completo o al grupo, es decir, se tiene en cuenta un destino con facilidades para las familias. La tercera opción es la ubicación del alojamiento (28%), seguido de la flexibilidad en fechas y cancelaciones (20%) y las comodidades del alojamiento (19%).
En lo referente al tipo de alojamiento que se elige cuando se viaja, sin entrar en detalles sobre el destino, el 42% de los encuestados ha señalado que lo hace en hotel, el 30% en vivienda turística y en menor medida en casas de amigos o familiares (12%) o en hostal o pensión (9%).